El PASO DE LA EDAD MEDIA A LA EDAD MODERNA

     Aunque tradicionalmente se sitúa el Renacimiento a partir del siglo XV[1], ya desde finales del S.XII se puede percibir en algunos lugares de Europa (Italia, por ejemplo) ciertos cambios paulatinos que darán lugar a finales del S.XV y durante todo el S. XVI a lo que conocemos como Renacimiento.

     Estos cambios afectan tanto al ámbito político y social, como a la concepción del mundo y a la cultura.

à    En el ámbito político-social hay que señalar tres hechos de gran importancia: la caída del feudalismo, la irrupción de una nueva clase social(la burguesía), y el desarrollo y florecimiento de las ciudades.

La nobleza y el alto clero van perdiendo parte de su poder a favor de una clase social, la burguesía, que no basa su prestigio en el nacimiento sino en su situación económica. A su pujanza económica, la burguesía añadirá un creciente interés por la cultura.

Aunque durante los SS.XIII y XIV los monasterios y los castillos siguen siendo el eje sobre el que se articula la vida de muchas personas(los campesinos cultivan las tierras de los señores y pagan sus tributos a éstos), las ciudades cobran cada vez más importancia como centros de producción artesanal, comercial y cultural. Las continuas epidemias, la sequía y las plagas por una parte, y el aumento del comercio y la posibilidad de salir adelante aprendiendo un oficio hacen que riadas de campesinos emigren a las ciudades. [Mientras el S.XIII es una época de plenitud mercantil y económica, durante el S.XIV Europa se ve asolada por la Peste Negra (1347-53) que mata en el continente a unos cincuenta millones de habitantes].

à    Paralelamente a estos cambios, se transforma la concepción que el ser humano tiene del mundo: frente a la concepción teocéntrica medieval, el individuo se erige en el centro del universo(antropocentrismo) y el mundo pasa de considerarse un “valle de lágrimas” a ser visto como un lugar de goce y de felicidad. El individuo deja de ser un elemento pasivo de la Creación para erigirse en el protagonista de la formación de sus propias ideas y de sus decisiones. Así, desde el catolicismo muchos intelectuales abandonan los viejos presupuestos sobre Dios, el mundo y las criaturas que lo habitan para tratar de acercarse a la verdad no a partir de dogmas abstractos, sino a partir del análisis de la realidad concreta. [2]

à    Durante estos siglos de transición se produce también un gran desarrollo cultural propiciado por varios factores:

- Las nuevas formas de vida y trabajo en las ciudades requieren con frecuencia conocimientos de lectura, escritura, matemáticas, etc. (los comerciantes, los artesanos que trabajan en la construcción de catedrales, etc.). Esto exige la creación de escuelas y universidades, con lo cual los estudiantes entran en contacto con un riquísimo pasado cultural (griego, latino, árabe) hasta entonces reservado a los copistas de libros que trabajaban en los monasterios. Las primeras universidades europeas surgen entre finales del S.XII y principios del S.XIII.

- Importancia de ciertos inventos y descubrimientos:

· La difusión del papel. Los árabes introdujeron en la P.I. el papel (inventado por los chinos alrededor del S.III). Este hecho significa el fin del papiro (hecho con la planta del mismo nombre) y del pergamino(fabricado con piel de res), muy caros.

· La invención de la imprenta (el alemán Gutenberg). La posibilidad de imprimir varios ejemplares de una obra de forma más rápida y barata facilitó que un mayor número de personas tuvieran acceso a la cultura.

·   La construcción de las lentes, que prolongará el tiempo de lectura en las personas mayores.

 

 Florencia, cuna del Renacimiento.

     Este paso de la Edad Media al Renacimiento se gesta en Italia mucho antes que en el resto de Europa. La ciudad de Florencia es la “cuna de la nueva civilización europea”. En Florencia o de familias florentinas nacieron los tres grandes genios del Trecento: Dante, Petrarca y Boccaccio. Su obra es fundamental para comprender la cultura europea de los siglos siguientes.

 



[1] 1453: los turcos toman Constantinopla, con lo que desaparece el antiguo Imperio romano de Occidentey, con él, el final de la Edad Media.

[2] Guillermo de Occam, máximo exponente del nominalismo, que pone en cuestión el principio de partir únicamente de ideas universales para comprender la realidad inmediata.