WILLIAM SHAKESPEARE (1564 – 1616)

     Nació diecisiete años más tarde que Cervantes y murió el mismo día que él, el 23 de abril de 1616.

     De su azarosa vida se tienen muy pocos datos. Se sabe que fue hijo de un comerciante de Stratford- on- Avon y que contrajo matrimonio a los dieciocho años con una mujer ocho años mayor que él, con la que tuvo tres hijos: Susana, Judith y Hamnet, que murió prematuramente. Por razones poco claras, tuvo que abandonar su pueblo y se instaló en Londres, donde al parecer trabajó guardando caballos a la entrada del teatro. Luego se hizo actor. Poco a poco empezó a escribir textos para las compañías teatrales londinenses y fue creciendo su prestigio como actor y dramaturgo. En 1592, año en que la peste obliga a cerrar los teatros temporalmente, es ya un autor conocido. Aprovechará este período para centrarse en su labor poética. Cuando se reabren los teatros, Shakespeare pasará a convertirse en el principal autor de la época (ya que en este período mueren sus mayores rivales en la escena: Marlowe, Kyd y Greene) Alcanzada la fama y con suficiente dinero se retiró a su pueblo, donde murió en la fecha anteriormente señalada.

    

   Shakespeare publicó en vida muy pocas obras. Se observa en su actitud un cierto desinterés por el destino de sus escritos, sin importarle para nada su suerte póstuma. De hecho, es en 1623, siete años después de su muerte, cuando dos amigos suyos consiguieron reunir su obra dramática y la publicaron en un volumen que se conoce como “First Folio”. Contenía 36 obras, a las que más tarde se le añadiría el drama Pericles. No sólo escribió teatro sino que es autor también de obras poéticas: Venus y Adonis, La violación de Lucrecia, Los sonetos (más de 150, dedicados a un inquietante y bello amigo, W.H., aún sin identificar).

     Su producción dramática es muy extensa (comedias, tragedias, dramas históricos y tragedias romanas) y se puede clasificar atendiendo a su cronología:

            

- Desde 1590 hasta 1600: período inicial optimista y de tanteos. Compone dramas como Ricardo III, Enrique VI, Romeo y Julieta; comedias: El sueño de una noche de verano, Las alegres comadres de Windsor, etc. También escribe piezas romanas, como Julio César.

- De 1600 a 1608: época de las comedias amargas y de las tragedias. Aunque alcanza el dominio absoluto del lenguaje y de la técnica, pierde el antiguo optimismo y un tono sombrío y pesimista domina las obras. Es el momento de sus grandes tragedias: Hamlet, Otelo, Macbeth, El rey Lear. Escribe dramas romanos: Antonio y Cleopatra; y comedias: Bien está lo que bien acaba.

- De 1609 a 1611: su etapa final como autor dramático. De esta etapa, más tranquila y armónica, con obras que ofrecen un mayor lirismo y fantasía, son Cuento de invierno y La tempestad.

 

                   

     Entre los logros literarios de Shakespeare destacan su total dominio de los recursos dramáticos, poéticos y lingüísticos. Asimismo, es un maestro a la hora de definir la psicología de los personajes, que encarnan siempre las pasiones con enorme fuerza, hasta el punto de que se los ha llegado a identificar con ellas. Así, Otelo encarna los celos; Hamlet, la duda paralizante; el rey Lear la ingratitud filial, Macbeth, la ambición desmedida, etc.